Crono-receta: Empanada de atún para imprevistos

Fin de semana… se presentan unos amigos en casa y tu nevera está más vacía que el cerebro del guionista de "Sálvame". En casos como esto lo mejor es tirar de latas: una de mejillones, una de berberechos… pero la cosa se complica si hay que preparar cena, momento en el que entrará en juego el teléfono del Telepizza.

Podemos resolver esta encrucijada con una crono-receta que solo necesita tener siempre en la despensa y el frigorífico unos cuantos ingredientes que no suelen ser muy perecederos:
  • 3 o 4 latas pequeñas de atún en aceite de oliva.
  • 1 lata o brick de tomate frito.
  • 1 o 2 latas de pimientos rojos (al gusto)
  • 1 lata o bolsita de aceitunas sin hueso.
  • 1 o 2 huevos duros.
  • 1 paquete de masa de hojaldre.
¿Qué vamos a hacer con todo esto? Una estupenda empanada de atún. Para ello mezclamos el atún, los pimientos cortados en tiras, las aceitunas laminadas, los huevos duros picados y el tomate frito en un bol. Aquí la cantidad que veáis, a mí por ejemplo me gusta que lleve mucho relleno y mi hermana dice que me paso. A continuación pasamos a trabajar la masa. Para tenerla en casa largo tiempo recomiendo comprarla congelada, aunque hay que tener en cuenta de para trabajarla bien hay que descongelarla un poco antes. Aunque por sabor y facilidad de uso yo la compro fresca, de la que viene envasada para tenerla fresquita en la nevera. No hay que sacarla antes y se trabaja muy bien con ella.

Sacamos la masa y la extendemos en la bandeja del horno (ojo, ponerla sobre el papel que viene con la misma, así evitaremos que se pegue). Si queremos una empanada pequeña nos valdrá con una masa (con plegarla para cerrarla sería suficiente) pero si queremos una grande habrá que usar dos masas, una como base y otra como tapa. Rellenamos la empanada con la mezcla del bol que hemos hecho anteriormente y la cerraremos. Aquí cada maestrillo tiene su librillo. Hay quien va clavando el tenedor en la masa (como para cerrar empanadillas) y yo personalmente lo que hago es retorcer un poco los bordes.

Hecho esto la metemos en el horno hasta que notemos que la pasta se dora (total, lo de dentro no necesita cocinarse). ¡Listo! Hemos salido de un apuro y hasta parecemos chefs de primera. En cuanto a ingredientes… todo es investigar qué hay por casa: cebolla, verduritas… y jugar a los alquimistas.

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